¿Por qué las segundas partes suelen ser malas de cojones? ¿Qué es lo que hace a una secuela buena? ¿Por qué motivo hacer una segunda parte? ¿Por qué hacer una trilogía? ¿Por dinero? Por supuesto. ¿O también porque las trilogías son ahora muy cool? Todas estas cuestiones espero resolverlas con esta entrada.
Primero vamos a definir lo que es "secuela". Según la RAE, "secuela" es lo que hacen las viejas en el súper. Eso ya hace presuponer su sentido negativo en nuestra escala de valores. Y es que las secuelas se han ganado mala fama por ellas mismas, porque la mayoría son una puta mierda, objetivamente esto es cierto. Según estudios científicos de la Universidad de Micronesia algunas secuelas pueden alterar la personalidad de ciertas personas y aumentar el calentamiento global. Pero no se puede ir sistemáticamente mandando a la mierda cualquier secuela. Existen secuelas muy buenas.
Probabilidades de que una secuela sea tan buena como la original en distintos medios
Ahora bien. Tú, escritor, quieres escribir una secuela. Puede ser que seas el autor de la primera parte o puede que te hayan encargado la dura tarea de escribirla a partir de una primera parte ya hecha. A esto último, básicamente, se le podría llamar "cargar con el mochuelo". En caso de que tú seas el autor de la primera parte (y hablo tanto para cine como para novelas), lo mejor, lo más óptimo, sería saber de antemano que va a haber una secuela, más que nada para guardarte en la primera algún misterio o algún giro para que se resuelva en la segunda o en la tercera. Porque no suele haber dos sin tres, por mucho que Bill Murray no quiera.